Muchos factores han influido para llegar a este momento. La renuncia de un técnico no es señal de buen síntoma, así este señale que se da por motivos de salud. Son conocidos los problemas materiales por los que ha atravesado nuestro equipo durante el tiempo que Boba estuvo en la dirección técnica, es sabido también el malestar que provocó en él, no contar con los refuerzos que solicitó a la directiva al final del Apertura, los cambios de lugares de concentración y entrenamiento a último momento. Lamentablemente, después de ver desvivirse al profe en cada partido, y entregar hasta el último grito en pos de empujar al equipo a salir adelante, ha traído como consecuencia su renuncia.
Queda agradecer a Bobadilla. Los dirigentes saben que no se va sólo un técnico mas, saben que se va un profesional, un caballero y, lo mas importante, una persona que si respeta nuestros colores, porque no decirlo después de haberlo conocido: los quería.
Queda rectificar errores. Resulta difícil de entender que continúe el mismo equipo de dirigentes que yerra una y otra vez, y su mal tino ha provocado el malestar en lo deportivo.
La cancha se llena cuando juega el equipo, hay arequipeños pendientes del FBC Melgar, en muchos lugares del mundo.
Por respeto a los que quieren al dominó y se involucran en devolverle el sitial que tuvo, evalúen internamente esta situación y separen a las personas que no contribuyen en sus funciones a la altura que requiere un torneo profesional. Sepamos señores, que el profesor Bobadilla no se corrió de nada, ni le tuvieron que pedir su renuncia o arreglar con él sobre la misma, sencillamente no aguantó mas.
martes, 5 de agosto de 2008
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