Crónica de un Triunfo Anunciado - en el Rimac -

Dos tiros letales devolvieron la confianza al FBC Melgar (sc 1 - 2 FBC Melgar)

La soleada tarde de sábado sirvió, primero, para pensar en la mejoría de nuestra estadística visitante, y segundo, para considerar la vuelta de nuestro goleador Ysrael Zúñiga.
El cotejo inició con un FBC Melgar cuidadoso, que encontró el camino del triunfo al ratificar su buena estructura defensiva, a partir de ahí, el equipo de Techera obtuvo la confianza necesaria para pensar en vulnerar a un Cristal que aparecía quebrado antes del partido.
Después de un bajo partido contra la U en Arequipa, Rivelino Carzas volvió a ser quien manda en la defensa mistiana, no una ni dos sino varias veces se vio al embetunado zaguero ordenar a sus compañeros, organizarlos y hasta guapearlos para no bajar el ritmo de marca, mas adelantado Javier “Sapito” Pereyra fue el encargado de salir a cortar los débiles ataque locales, deslucidos por un marco nefasto previo y por la tragedia anunciada de su técnico. Tras los primeros minutos de estudio, el Dominó no tuvo reparos en animarse y buscar, el primero llegó por derecha, tras una jugada elaborada que llegó a los pies de Zúñiga – el mejor de la tarde – y este, sin miramientos consiguió centrar, el receptor fue Méndez, quien a los 36 minutos y en dos tiempos nos dio la primera alegría. Apenas acabábamos de celebrar ocurre una desconcentración en el área rojinegra, en medio de un centro mordido apareció Alberti para decretar la paridad momentanea, el fantasma de la visita sólo se asomó pero a historia tendría ribetes rojinegros al final. Melgar continuó en su lucha ante un Cristal que no entendía ni como lo había empatado. Minuto 45 + 1 y Zúñiga vestido de guerrero recibe un pase aéreo, con maña gana la posición a su marcador, era el dos a uno, el premio a un goleador no puede ser otro que esa palabra bendita, al otro lado el rival lamentaba ese segundo de inocencia que les costó el partido.
El segundo tiempo mantuvo el mismo libreto, la escena se repetía una y otra vez, el Cachete desbordando, tirando paredes y luchando cada pelota que le llegaba, a otro lado, el rival – terco - seguía en su displicencia, como intentando por todo los medios convertir en figuras a los referentes en defensa: Rodríguez, Carazas y Pereyra, les agradecieron el gesto y, sencillamente, no los dejaron pasar. Mención honrosa a Marlon García y Aranibar, el primero fue socio permanente en ataque y no descuidó su flanco izquierdo, el segundo cumplió cabalmente la tarea de reemplazar a Ferrari.
La tarde acababa y el Cachete salía del gramado asediado por la prensa - como hace diez años cuando partía a la Premier League - otra vez su humildad, le sugirió dar el crédito del triunfo a todos sus compañeros, como cuando le anotó cuatro goles al Sport Boys hace dos años, el hincha sabe que el goleador esta de vuelta.